martes, 26 de enero de 2010

LIDERAZGO (Napoléon Bonaparte)







ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN
RESEÑA HISTORICA:
· PRIMEROS AÑOS
· UN ARTILLERO PROMETEDOR
· HACIA LA CUMBRE
RESUMEN
CONCLUSIONES
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFIA.
· ANEXO 1 (Los seis principio de Napoleón)
· ANEXO 2 (Estructura del Código de Napoleón)
· ANEXO 3 (Frases Célebres de Napoleón)






INTRODUCCIÓN
A continuación encontraremos una pequeña reseña histórica de Napoleón Bonaparte, en la cual analizaremos que cualidades poseía este militar que lo convirtieron en uno de los más exitosos militares en el campo de batalla. Napoleón Bonaparte es considerado por muchos historiadores tal vez el líder militar más grande de la historia. Más de 10.000 libros han sido escritos acerca de él desde su muerte.
Ejercía e irradiaba a sus soldados liderazgo, logrado en gran medida al conocimiento que tenía de las cosas. La mayor parte del miedo se basa en la ignorancia. Cuanto más conocimiento o habilidades poseas de un área determinada menos miedo tendrás en torno a ese tema.
La audacia y el coraje de Napoleón fueron legendarios. Napoleón fue famoso por su obstinada atención al detalle, por esforzarse en estudiar y comprender minuciosamente cada situación militar con la que se enfrentaba. Dirigió al ejército francés en cientos de batallas y perdió sólo tres. La última de ellas e Waterloo. Cuanto más conoces a lo que te enfrentas, menor será tu nivel de ignorancia y naturalmente, mayor coraje y confianza tendrás. . Napoleón planificaba cada uno de sus ataques, cada uno de los movimientos que realizaría frente a determinada circunstancias.




PRIMEROS AÑOS
Napoleón I Bonaparte (Ajaccio, 15 de agosto de 1769Santa Helena, 5 de mayo de 1821)
Su familia formaba parte de la nobleza local. Su padre, Carlo Buonaparte, abogado, fue nombrado en 1778 representante de Córcega en la corte de Luis XVI, lugar donde permaneció por varios años, por lo que fue su madre, María Letizia Ramolino, la figura fundamental de su niñez. Adelantada a su época, exigía que sus ocho hijos se bañaran diariamente, cuando lo común era bañarse, llegado el caso, una vez al mes. Napoleón, de carácter huraño y taciturno, se mantuvo apartado de sus compañeros. Le gustaba estar solo para meditar y sentía profunda aversión hacia los franceses, a quienes acusaba de ser los opresores de los corsos. No era muy buen estudiante y sólo le preocupaban las matemáticas, ciencia en la que progresaba asombrosamente. También se dedicó a la lectura de obras de la literatura clásica, como Historia Universal de Polibio, Vidas paralelas de Plutarco o Expedición de Alejandro de Arriano de Nicomedia, obras que tuvieron una profunda influencia en su espíritu.








UN ARTILLERO PROMETEDOR
Su padre consiguió que Napoleón y su hermano José se trasladaran a la Francia continental, para estudiar en la escuela militar francesa de Brienne-le-Château a la edad de 10 años. Antes de entrar debía aprender francés, idioma que habló con un marcado acento italiano por el resto de su vida. Obtuvo notas destacadas en matemáticas y geografía, consiguiendo también las necesarias para aprobar las demás materias. Tras su graduación en 1784, fue admitido en la École Royale Militaire de París. Aunque había buscado en un principio una formación naval, terminó estudiando artillería en la École Militaire. Después de su graduación en septiembre de 1785, fue comisionado como teniente segundo de artillería. Tomó sus nuevas obligaciones en enero de 1786, a la edad de 16 años.
En 1793 conoció a Robespierre y se adhirió al partido jacobino. En aquel mismo año adquirió notoriedad militar, al encargársele el mando de la artillería francesa en el asedio contra Tolón (ocupada por los británicos); el éxito de la operación le valió el ascenso a general. Posteriormente, el régimen del Directorio (1795-99) le empleó en la represión de los múltiples intentos de derrocarle, procedentes tanto de los realistas como de la izquierda.
Su prestigio culminó con el mando de la campaña de Italia (1796) que, concebida como una mera maniobra de distracción en la guerra contra Austria, fue llevada con tal éxito por el joven general que le hizo dueño de todo el norte de Italia y llegó a amenazar Viena, obligando a los austriacos a la rendición y desbaratando la coalición de príncipes italianos que se había agrupado en torno a Austria contra la Francia revolucionaria: batallas victoriosas como las de Mondovi, Lodi, Arcole, Rivoli y Bassano acabaron llevando a la Paz de Campoformio (1797), que otorgó a Francia la orilla izquierda del Rin y un Estado satélite en el norte de Italia (la República Cisalpina).


HACIA LA CUMBRE
La tarea de deshacerse del último enemigo que le quedaba a Francia -Gran Bretaña- resultaba más difícil: tras desistir del proyecto de desembarcar directamente en la isla, el Directorio concibió la idea de cortar las comunicaciones británicas con sus colonias en Asia mediante la ocupación de Egipto, y puso al mando de la operación a Bonaparte para alejarle de París, donde su popularidad resultaba preocupante.
Napoleón desembarcó en Alejandría en 1798 y luchó con suerte desigual contra turcos y mamelucos; pero Nelson le cortó la retirada al hundir la flota francesa en Abukir, y Napoleón prefirió regresar a Francia dejando a sus tropas abandonadas en Oriente Medio (1799). Antes de que su popularidad pudiera verse deteriorada por aquel fracaso o de que se le pudieran exigir responsabilidades por su conducta, se unió a un grupo de conspiradores en el que participaban su propio hermano Luciano y el abate Sieyès; él les aportó la fuerza militar que hizo triunfar el golpe de Estado de 1799 (el 18 de brumario, según el calendario republicano).
Napoleón se erigió enseguida en el hombre fuerte de la nueva situación, que se diseñó como una dictadura personal conservadora, encaminada a salvaguardar algunas conquistas esenciales de la Revolución (impidiendo el triunfo de una contrarrevolución monárquica), pero evitando igualmente su prolongación en un sentido democrático y poniendo fin a la inestabilidad social (descartando toda posible revancha de los jacobinos). La dictadura, apoyada en la primacía de los notables, se institucionalizó con la llamada Constitución del año VIII (1799), en la que formalmente el país quedaba gobernado por un triunvirato que presidía el propio Napoleón como primer cónsul.
El fortalecimiento del poder ejecutivo le permitió pacificar el país (acabando con la insurrección realista de la Vendée) y realizar importantes reformas de orden interno: normalizó las relaciones del Estado francés con la Iglesia (Concordato de 1801), completó la obra jurídica de la codificación (promulgando, entre otros, el Código Civil en 1804), centralizó y racionalizó la administración en torno a la figura del prefecto, puso en pie un sistema educativo público laico y eficaz, reorganizó la administración de Justicia estableciendo una jerarquía única de tribunales estatales, creó el Banco de Francia (1800) e impuso el franco como unidad monetaria nacional (1800).
Estas reformas, en las que predominó un sentido racionalizador, uniformizador y estatista, moldearon las instituciones francesas con arreglo al principio de igualdad jurídica surgido de la Revolución. Una combinación de reformas militares y genio estratégico personal le permitió completar la obra en el exterior, venciendo de nuevo a los austriacos (Paz de Luneville, 1801) y asegurando la hegemonía continental francesa en un reparto de esferas de influencia con Gran Bretaña, que conservaba el control de los mares (Paz de Amiens, 1802). Todos estos éxitos permitieron a Napoleón acentuar el carácter autoritario y monárquico de su régimen, decretando primero el carácter vitalicio del Consulado (1802) y proclamándose después emperador (1804).
Durante un periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante conquistas o alianzas y sólo fue, tras su derrota en la Batalla de las Naciones cerca de Leipzig en octubre de 1813, que se vio obligado a abdicar unos meses más tarde. Regresó a Francia en lo que es conocido como los Cien Días y fue decisivamente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, siendo desterrado por parte de los ingleses a la isla de Santa Elena, donde falleció.
Napoleón es considerado como uno de los mayores genios militares de la Historia, habiendo comandado campañas bélicas muy exitosas, aunque con ciertas derrotas igualmente estrepitosas. Sus agresivas guerras de conquista se convirtieron en las mayores guerras conocidas hasta ese momento en Europa, involucrando a un número de soldados jamás visto en los ejércitos de entonces. Además de estas proezas bélicas, a Napoleón también se le conoce por el establecimiento del Código Napoleónico (VER ANEXO 2) y es considerado por algunos un «monarca iluminado» debido a su extraordinario talento y capacidad de trabajo. Otros, sin embargo, lo consideran un dictador tiránico cuyas guerras causaron la muerte de millones de personas, y uno de los personajes más megalómanos y nefastos de todos los tiempos.[ ]
Se le considera el personaje clave que marcó el inicio del siglo XIX y la posterior evolución de la Europa contemporánea.
Sus soldados lo llamaban el Pequeño Cabo (Le Petit Caporal), en tanto que los ingleses se referían a él con el despectivo Boney y las monarquías europeas como el tirano Bonaparte, el Ogro de Ajaccio o el Usurpador Universal.
Napoleón Bonaparte murió el 5 de mayo de 1821. Sus últimas palabras fueron: «France, l'armée, Joséphine» («Francia, el ejército, Josefina»). Tenía entonces cincuenta y un años.




RESÚMEN
A continuación enumeraremos algunos de los aportes más significativos que el emperador Napoleón Bonaparte, implementó durante su reinado en Francia y naciones que tenía bajo su control:
1. Napoleón fue uno de los más grandes comandantes militares en la historia.
2. Contribuyó a la construcción de una federación de pueblos libres en una Europa unida bajo un gobierno liberal.
3. Concedió constituciones y códigos de la ley
4. Abolió el feudalismo
5. Creó los gobiernos eficaces.
6. Fomentó la educación, la ciencia, la literatura y las artes.
7. Demostró ser un excelente administrador civil.
8. Instituyó la tolerancia religiosa y la abolición de la servidumbre.








CONCLUSIONES
· Napoleón, en base a su disciplina, audacia, inteligencia y conocimiento se convirtió en un experto en su área.
· Cuando impartía las órdenes a sus Generales, se aseguraba de que estas se cumplieran, chequeando personalmente las tropas.
· En todas las campañas militares que Napoleón emprendía, marchaba a la vanguardia.
RECOMENDACIONES:
· Nunca hay que parar de aprender o de crecer, cuanto más conocimiento se tenga, más confianza se adquiere, lo cual se reflejará en sus soldados.
· Chuequeo y supervisa las ordenes que se imparten. La actitud se vincula al liderazgo, por lo que podría decirse que es una de las características esenciales del liderazgo.
· “Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra”, este conocido refrán nos dice todo, donde va el comandante lo siguen los soldados.











ANEXO 1.

LOS SEIS PRINCIPIOS DE NAPOLEÓN

1- Exactitud:
Tener capacidad de observación y reacción, ser capaz de digerir y clasificar información para tomar la decisión acertada, estudiar el terreno, estudiar los proyectos pasados, identificar riesgos, anticipar riesgos.
2- Flexibilidad:
Significa ser capaz de modificar los planes de acuerdo con las circunstancias, estar siempre listo para el cambio.
3- Fuerza moral:
La fuerza moral es la que permite conseguir la victoria. Los líderes deben conseguir que los equipos estén motivados, que sientan augusto con su trabajo. que sus esfuerzos se reconocen públicamente y se recompensan.
4- Velocidad:
Significa ser consciente, que si no se cumplen las fechas límites puede producirse un efecto contrario al deseado, se requiere dar respuestas rápidas y acertadas.
5- Simplicidad:
Significa ser conciso, claro y tener un foco preciso para reducir la confusión y los malos entendidos y ser capaz de formular objetivos simples, transmitir mensajes
claros y diseñar procesos simples.
6- Carácter:
Los líderes deben tener integridad, calma y asumir sus responsabilidades.
Resumen del libro “Napoleón - Gestión de proyectos” de Jerry Manas






(ANEXO 2.)
ESTRUCTURA DEL CODIGO DE NAPOLEÓN
Cuatro principios:
1- Legislativismo.
2- Responsabilidad internacional de las potencias.
3- Congresos.
4- Intervención.
Fue ideado para dotar a todas las provincias de las mismas leyes civiles. Su realización fue confiada a cuatro juristas: Bigot de Prèameneau, Tronchet, Portalis y Maleville.
Expone los grandes logros de la Revolución:
a) Libertad individual.
b) Libertad de trabajo.
c) Libertad de conciencia.
d) Laicismo del Estado.
e) Estipula la abolición del régimen feudal, haciendo imposible su resurrección.
“Mi verdadera gloria no está en haber ganado cuarenta batallas; Waterloo eclipsará el recuerdo de tantas victorias. Lo que no será borrado, lo que vivirá eternamente, es mi Código Civil”
Napoleón Bonaparte, durante su prisión en Santa Helena





(ANEXO 3)
FRASES CÉLEBRES, ATRIBUIDAS A NAPOLEÓN
1. “Antes de pensar en la injuria que hemos recibido, hay que dejar pasar cuando menos una noche”
2. “En los negocios de la vida no es la fe lo que salva, sino la desconfianza.”
3. “Para hacer la guerra hacen falta tres cosas: dinero, dinero y dinero.”
4. “Hay calumnias frente a las cuales la inocencia misma se siente desfallecer.”
5. “Hay pícaros suficientemente pícaros para portarse como personas honradas.”
6. “Hay que desplegar más energía en los asuntos administrativos que en la guerra.”
7. “La actitud ociosa de un ejército es su más seguro camino hacia la derrota”
8. “La realidad tiene límites; la estupidez no.”
9. “Los sabios buscan la sabiduría; los necios creen haberla encontrado.”
10. “Los ejércitos se mueven sobre sus estómagos.”
11. “Las batallas contra las mujeres, son las únicas que se ganan huyendo”
12. ¿Queréis contar a vuestros amigos? Caed en el infortunio.
13. A veces una batalla lo decide todo, y a veces la cosa más Insignificante decide la suerte de una batalla.
14. Cada soldado lleva en su mochila un bastón de mariscal.
15. Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor.
16. Con audacia se puede intentar todo; mas no se puede conseguir todo.
17. Cuando no se teme a la muerte, se la hace penetrar en las filas enemigas.
18. El hombre no se destaca en la vida sino dominando un carácter o creándose uno.
19. El infortunio es la comadrona del genio.
20. El más peligroso de nuestros consejeros es el amor propio.
21. En las revoluciones hay dos clases de personas: las que las hacen y las que se aprovechan de ellas.
22. En un país conquistado, la benevolencia no puede ser humanitaria. Es un axioma político general que un conquistador no puede tener una imagen benevolente hasta que haya quedado probada su severidad ante los malvados.
23. Es bueno abrir alguna vez las tumbas para conversar con los muertos.
24. Es injusto que una generación sea comprometida por la precedente. Hay que encontrar un medio que preserve a las venideras de la avaricia o inhabilidad de las presentes.
25. Hace falta más valor para sufrir que para morir.
26. Imposible es el adjetivo de los imbéciles.
27. La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo.
28. La guerra es para el hombre un estado natural.
29. La guerra es un arte singular. Yo he sostenido sesenta batallas y no he aprendido más de lo que sabía cuando sostuve la primera.
30. La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria.
31. La independencia, igual que el honor, es una isla rocosa sin playas.
32. La mayor parte de aquellos que no quieren ser oprimidos, quieren ser opresores.
33. La primera virtud es la devoción a la patria.
34. La victoria pertenece al más perseverante.
35. Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.
36. Los generales deben mezclarse con los simples soldados. El sistema espartano era excelente.
37. Nada mas difícil, pero nada mas precioso que el saber decidirse.
38. Nos elevamos sobre aquellos que nos insultan perdonándolos.
39. Nunca emprenderíamos nada si quisiéramos asegurar por anticipado el éxito de nuestra empresa.
40. Nunca sabréis quiénes son vuestros amigos hasta que caigáis en desgracia.
41. Para hacer la guerra hacen falta tres cosas: dinero, dinero y dinero.
42. Para tener buenos soldados, una nación debe estar siempre en guerra.
43. Quien practica alguna virtud sólo con la esperanza de alcanzar así un gran nombre, está muy próximo al vicio.
44. Si la obediencia es el resultado del instinto de las muchedumbres, el motín es el de su reflexión.
45. Si quieres que algo sea hecho, nombra un responsable. Si quieres que algo se demore eternamente, nombra una comisión.
46. Si yo hubiera creído en un Dios de recompensas y castigos, puede que hubiera perdido el ánimo en las batallas.
47. Sólo hay dos poderes en el mundo: la pluma y la espada.
48. Todos los hombres tienen la misma parte de felicidad.
49. Un general que ve con los ojos de otro nunca será capaz de mandar un ejército como es debido.
50. Un hombre de estado debe tener el corazón en la cabeza.
51. Una cabeza sin memoria es una plaza sin guarnición.
52. Yo estimo a un soldado valeroso que ha sufrido su bautismo de fuego, cualquiera que sea la nación a que pertenezca.
53. Yo no merezco más de la mitad del mérito por las batallas que he pasado. Por regla general, son los soldados lo que ganan las batallas y los generales los que se llevan la fama.






BIBLIOGRAFIA:

1. http://www.sobrehistoria.com/
2. http://www.portalplanetasedna.com/
3. http://www.sabiduria.com/
4. http://www.globalpolitica.wordpress.com/
5. http://www.liderazgomercadeo.com/
6. www.cpii.org.ar/resourcenter/data/.com
7. http://www.tyhturismo.com/
8. Grandes Personajes (Oceano)
9. Enciclopedia Encarta.

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